Dice hoy Ricardo Alemán en su columna (http://www.eluniversal.com.mx/columnas/81304.html) que las propuestas de reformas que se le ocurrieron al presidente ahora pintan, entre otras cosas para limitar el poder de los partidos. Yo no creo que sea esa su intención, ni pintan las circunstancias ni la posición política del Ejecutivo para lograr reformas donde los partidos se abrochan solos (PAN incluído).
Pero supongamos que ese escenario llegara a presentarse va a haber una prueba de su viabilidad: Claramente el hecho de que Jorge G. Castañeda ande haciendo gira con el pretexto de hablar sobre el ensayo que escribió con Héctor Aguilar Camín significa que va a insistir con que se resuelva lo que la Corte Interamericana de Derechos Humanos determinó sobre las candidaturas independientes.
Si se da ese paso, que simplemente consiste en acatar una resolución de un organismo internacional, es la mínima muestra que se puede hacer de que las reformas van en serio (o por lo menos de que la intención de reformar es seria).
Ya comploteándole yo que los panistas no vería como mala opción tener a un candidato independiente generando credibilidad por su cuenta durante dos años y medio y luego volverlo candidato por un partido que en primera no tiene muy buenas opciones de candidatos y en segunda ha perdido credibilidad como partido y como gobierno.
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