La madre esa se llama DIA (Diálogo para la Reconstrucción de México), la van anunciando hace rato y el coordinador, presidente whatever es Manuel Camacho. Además de los petistas y los de Convergencia que son paleros intercambiables, andan ahí metidos Alejandro Encinas (pejecriaturita) y Carlos Navarrete que tiene una credibilidad intermitente.
Lo chingón es la diferencia entre la meta que creen tener, que es llevar a AMLO a la presidencia, aunque cuando pierda esta vez va a haber que internarlo o por lo menos evitarlo porque va a terminar defecando en su mano y lanzándola a los transeúntes.
La otra es la meta que no saben que tienen: Quitarle cualquier posibilidad a la izquierda no solo de ganar sino de hacer un papel decoroso. Nos van a dejar otra vez la opción de votar entre el priísta que sobreviva la madriza que no tardan en ponerse entre ellos y el panista del cual nos acabemos convenciendo que por lo menos garantiza estabilidad aunque su ideología y la de los que lo rodean puedes encontrarla en cualquier novela situada en el siglo XIV.
Por si las dudas, hay que votar pedos para tener pretexto después.
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